China XV, Hangzhou I

Llegamos a Hangzhou, recogemos las maletas (por cierto cuando facturas la maleta te dan el ticket y al salir de las cintas de las maletas hay un guarda que revisa que tienes el ticket de la maleta que te llevas.


En esas que salimos y……nada que no hay nadie esperándonos, esperamos 5 minutos y empezamos a ver que hacemos, buscamos los teléfonos de la agencia, de algún guía de los que teníamos, un inglés se nos acerca a ver si puede ayudarnos, etc… En estas que aparece un chino que se acerca e intenta decirnos algo pero no le entendemos….y de repente del aseo aparece la guía.

Una china de unos cuarenta tipo monja como la de Luoyang, que nos dice que estaba en el aseo. Mentira dicen las mujeres (todas habían estado en el aseo y no la habían visto).

Estamos sin comer, encima llega tarde y además nos miente….empezamos bien. Cogemos el autobús y nos dirigimos a la ciudad. Es 30 de Abril y la guía nos dice que mañana empiezan las fiestas de los chinos y que se va a poner todo impracticable por lo que nos recomienda hacer una visita y así mañana tener más margen de tiempo. Como hemos comido alguna que otra cochinada en el aeropuerto y quien más o quien menos llevaba algo de comida decidimos aprovechar el tiempo y nos vamos a la pagoda de las seis armonías.



La guía coge el micro del autobús y nos explica algunas cosas, su castellano es correcto pero tiene la sana costumbre de ponerse a sorber los mocos y a hacer un gesto raro entre toser y comérselos (yo voy pensando a ver si arranca a ver si arranca con la tos pero no).

La pagoda tiene unos 1000 años pero fue destruida y reconstruida hace 300, unos pocos nos decidimos subir y el resto se queda por la parte de abajo. Subimos y echamos una fotos del pedazo rio que cruza por allí. Al bajar unos que ya estaban bastante reventados se habían quedado en la entrada con la guía y otros fueron a dar la vuelta alrededor de la pagoda.

Al llegar comentan que hay unas pagodas en pequeño bastante bonitas. La guía sonríe y les dice que sí que son muy bonitas que son reproducciones de pagodas de toda china. Esto ya es el colmo la gente que se había quedado en la entrada no entienden como es que no les ha dicho nada, se han quedado allí plantados esperando a los que habíamos subido sin hacer nada y la guía no es capaz de decirles que tienen eso al lado…..

Nos vamos al hotel, el hotel Lily, bastante justito, en lugar de haber un comedor hay varias salitas que allí dan de cenar, nosotros entramos en una con 2 mesas para unas 12 personas cada mesa. El suelo de toda la zona es bastante pegajoso, la comida por eso, se deja comer…

Al acabar decidimos pasear por los alrededores, hay varios pubs y nos acercamos hasta un centro comercial que está en un complejo de tiendas y restaurantes.


Positivo: Hoy pocas cosas positivas, es un día de esos indefinidos que ves cosas de relleno y que sólo te da la sensación de ir de un lado a otro sin sentido. Lo único lo de los libros de los sitios, no puedo creerme que los vendan tan baratos, hasta para china, por un paraguas te cobran medio o 1 euro y un libro típico de un sitio con su historia y con fotos de lo dan por entre 1,5 y 2,5 y no de mala calidad, algunos las fotos sí que se notan antiguas pero otros (hay uno de Guilin espectacular) y lo venden al mismo precio…

Negativo: La guía con diferencia, nos contó que tenía familia en casa por lo que nos imaginamos que llegó tarde por eso pero una cosa es tu trabajo….en general fue muy justita y ni nos ofreció excursiones opcionales (creo que por la misma razón, como tenía compromisos personales en cuanto se acababa lo obligatorio que incluía el circuito desaparecía…

Anécdota: ya la he contado para poner algo de salsa al día, la vendedora que me sirvió de parapeto hasta llegar al autobús, fue una coña que nos sirvió a todos para reírnos y hacer pasable un día gris (que conste que no me aproveché de la vendedora sino que ya nos iban siguiendo todo el rato y sólo aproveché para hacer unas risas entre todos –chinos incluidos-).






Hangzhou I

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