Nos vamos a la muralla china pero antes se ha de pagar el peaje de ir a una tienda para turistas, hoy toca….tchan, tchan… CLOISONNE.
En estas tiendas te ponen en la entrada una demo de cómo se debía hacer en su tiempo esa artesanía (ahora deben tener fábricas donde salen piezas a todo trapo…por lo menos las que nos venden a nosotros, no digo yo que no haya artesanos en China que se dediquen al noble arte del CLOISONNE - no oís sonar los platillos mientras leéis la palabreja!!- pero lo que enseñan a los turistas nasti de plasta –toma homenaje a la movida madrileña, por lo menos-.) y no se si me dejo algún signo de puntación.Bueno, que se me va la olla, por lo menos decir que la Demo la tenían bien currada. Luego en la tienda tienen 3 azafatas por cada turista así que huimos y esperamos fuera que vengan el resto del grupo. Veo a un chino con un….perro, me hace gracia y le voy a hacer una foto y al vernos, le hace gestos a otros chinos que están con los chóferes y no se que les dice, por si acaso “distraídamente” nos volvemos a meter en la tienda…Pero si era un segurata de una tienda de souvenirs!!!!
Hablando en serio en Beijing si que se nota que está lleno de funcionarios y se controla bastante lo que la gente hace, hay un aire…no sé….igual son paranoias nuestras pero sí si que se ven a chinos vestidos de oscuro que nos van rondando en los sitios turísticos (aparte de los carteristas, que ya sé que estáis pensando, y sí que los hay pero eso ya lo contaré más tarde).
Otra cosa curiosa de los funcionarios es que en las matriculas de los coches se marca con una A, después del símbolo de la provincia, los coches de los funcionarios, y hay un chiste que dice que los agentes de tráfico de Beijing son los que tienen mayor estrés porque en China las normas de circulación se la pasan por donde tu y yo sabemos y la prioridad la marca si eres funcionario pero como en Beijing hay tantos los agentes de tráfico se la juegan cada vez que marcan quién ha de pasar primero.
El tráfico es otra cosa que llama la atención, parece que han sustituido la bicicleta por el automóvil y les han soltado en la carretera, es verdaderamente un infierno, es el salve quien pueda en versión maquinera porque van a la suya, se cruzan bicicletas, peatones, coches ,motos todo en un caos donde el morro es el que marca la ley. Como tengas algún sentido de la decencia mejor que no conduzcas por china.
Y en estas que estábamos yendo a la muralla china, por cierto, en un peaje mi pareja me avisa que hay un peaje con unos chinos de uniforme militar muy curioso y cuando les voy a hacer una foto aparece por la parte inferior del autocar un chino vestido de oscuro que me hace que no con el dedo..y yo que soy muy obediente no hago la foto pero me doy el gustazo de saber que no estoy paranoico..y sí hay bastante control por todas partes, por suerte eso solo lo hemos sentido en Beijing.
Muralla china, que voy a decir.....acordaros de mirar los alrededores!!!
Tumbas Ming. Este es uno de esos sitios que no siempre se va a ver y en cambio es altamente recomendable. Es un valle en el que se entra a través de 2 colinas (tigre y dragón, os suena?), se recorre un paseo de estatuas increíble y se visita una de las tumbas, destacar las vigas de madera. Una de las cosas que notaréis es que tienen las cosas muy nuevas y no dan sensación de antiguo en cambio en esta tumba si que daba impresión de historia. Hay una portalada que marca el inicio de la tumba, allí los chinos al cruzarla de vuelta hacen gestos de alegría, es porque antes los trabajadores que cruzaban la puerta ya no volvían (los mataban) y el hecho de volver es como si volvieras de entre los muertos (recordar que los chinos son muy muy superticiosos). 
Paseo en bicitaxi por los hutong, si ves como son las calles y las casas ya te haces la idea del sitio, callejeando no es que te sorprendan maravillas “escondidas”, en el mercado de la verdura si que te ves que estás en China, sobretodo en los aseos. Están todas las casas en obras porque se han puesto de moda y las compra la gente con dinero para alquilarlas a turistas snobs por un precio desórbitado, viva el capitalismo...
Por último nos llevaron a cenar pato laqueado en un restaurante de lujo. La verdad es que había bastantes chinos y la comida estuvo bastante bien.
POSITIVO: El descubrimiento de las tumbas Ming, es un sitio muy recomendable.
NEGATIVO: Un poco de sensación de agobio de los policias y el control que existe en Beijing, (en ningún otro lugar lo notamos).
Beijing
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