CHINA V, Beijing I

Llegamos a Beijing, todavía al aeropuerto viejo, vemos al fondo la nueva terminal de Norman Foster. Llegamos al hotel y ya nos están esperando la gente del grupo para empezar la excursión.

Lo primero que vimos fue el Lamasterio, sin lugar a dudas es un sitio prescindible porque te vas a hartar a ver templos budistas y este aparte de un par de estatuas gigantes no tiene nada diferente a los demás por lo que a menos que no vayas a ver ningún otro templo (cosa rara) , no lo recomiendo. Una sensación recurrente en China es que está todo muy nuevo y en lugar de parecer “histórico” parece un espectáculo de Port Aventura, todo cartón-piedra.

El templo del cielo en cambio sí que se ha de ver, lástima que se tiene tan visto que no te sorprende pero es espectacular, aunque también da la sensación de Port Aventura. Me quedé con ganas de pasear por los jardines y echar un vistazo por los alrededores. Está lleno de jubilados que el gobierno paga-manda ir allí a pasar el rato y se han convertido en una atracción para los turistas, juegan a cartas, bailan y juegan a dar toques con una pelotita como las de badminton en grande.

Después ya nos fuimos a comer a unos de esos restaurantes típicos para turistas.

Por la tarde a la plaza Tianamen igual, es impactante pero esta muy vista. Lo mejor es hacerse a la idea que realmente estás allí después de haberla visto cientos de veces por la tele, estás ahí. Es una plaza cuadrada (la mayor plaza del mundo) que tiene controlados por policias todos los accesos. Se nota que está fuertemente controlada y el guía me comentó que había policías de paisano que controlaban lo que decían los guías, no nos dejaron estar mucho rato por allí. También se encuentra el mausoleo de Mao pero para poder verlo has de hacer un montón de cola por lo que sólo pasamos al lado.

Y después de compras al mercado de la seda (ver post de compras) lo único que repetiré es HUID.

Por la noche cena por nuestra cuenta al lado del hotel nosotros vamos a un Pizza Hut (19€ los dos) y una pareja del grupo va a un restaurante chino comentaron que comieron muy bien, el precio no me acuerdo bien pero como mucho 6€.

El guía de Beijing se llama Juan. Es un chico joven de un pueblo que está en Beijing haciendo de guía e interprete. Es una pasada, atento, nos llevó por todos los sitios bien, a la hora y explicando bastante las cosas.

Una de las cosas que me llamó la atención fue el trajín que se llevaba, cuando nos daba tiempo libre el se sentaba en un sitio a la sombra y a descansar. Me contó que no tenía ningún día de fiesta y estaba cada día con nosotros desde las 8 de la mañana hasta las 23:00 (todos los días cogimos los extras que nos ofreció).

El último día estaba bastante hecho polvo pero como decía él prefería eso al invierno en que no tenía tanta faena, sólo faenas de traducción o intérprete.

Otra cosa que comentó fue que el número de guías españoles había aumentado una pasada en los últimos años y que la calidad en muchos casos dejaba que desear.

Si os toca este guía os podéis dar con un canto en los pies.

ANÉCDOTA: La anécdota del día es para mi, me despierto, me ducho y cuando voy a despertar a mi pareja me dice que es la una de la mañana, viva el jet lag.

NEGATIVO: La sensación Port aventura de la mayoría de sitios, lo tienen demasiado restaurado (aparte que la mayoría de cosas están reconstruidas porque las han quemado o bien ellos mismos en uno de tantos cambios de dinastía como alguna de las potencias occidentales que estaban por allí de turismo (franceses, alemanes y sobretodo ingleses).

POSITIVO: Como decía lo mejor de lejos, el guía, visto con perspectiva el mejor de todo el viaje. En lo único que le superaba algún otro era en el dominio del idioma y si acaso un poco campechano y no tan profesional (pero casi es preferible esto porque si el guía es profesional queda un poco frío sobretodo si es un guía con el que estas varios días y a todas horas)

Beijing I