En la estación estamos en la zona de primera y no nos mezclamos con el resto, la estación no es muy moderna y todo está un poco sucio. Tenemos lío otra vez con las propinas de la guía, resulta que esta vez a la señora mayor que se le había atragantado la guía de Xian pues esta le ha encantado (supongo que por dar la nota…porque sino), el resto no sabemos como cogerlo, hasta la gente que estaba de acuerdo con ella en Xian le dice que esta NO ESTABA cuando llegamos al aeropuerto, en fin nos ponemos de acuerdo en la propina y se la dan en la estación.
Entre Hangzhou y Shanghai hay apenas 2 horas de tren y el tren es muy cómodo.
Al llegar la guía Cati nos está esperando. Es una chica joven con acento argentino (estuvo viviendo allí). Se la ve profesional y nos dice que nos va a dejar bastante tiempo libre. No nos hace buena cara cuando le comentamos que unos cuantos tenemos un día más, que teníamos pensado ir a Suzhou y a ver si nos podía organizar algo. Me puso un poco nervioso pero al final resultó ser una buena guía.
Vamos a ver el templo de los budas de jade (otro templo budista…nooo!!!!!!!) por el camino pasamos por la calle Nanjing y está llena de chinos, pero llena, llena es poco. Me fijo en una de las tiendas que literalmente los chinos van en cola por recorrerla, ni siquiera cabe un alfiler, la guía nos dice que podríamos ponernos en la calle y la marea nos llevaría sin tener que dar un paso (no sé porque pero a mi me parece un buen plan..desafortunadamente hemos de ir al templo.
El templo, bueno el templo, pues eso es un templo….no digo más como comprenderéis a estas alturas todos estamos hartos de ver templos y aunque sean cojonudas las imágenes de jade que le regalaron desde Vietnam, pues a nosotros plin.
Después nos llevan al Bund y ahí si que se nos pasaron todos los males. Es un malecón en la que un lado está lleno de los principales edificios coloniales de la época que los ingleses campaban por aquí a sus anchas. Y en el otro están los rascacielos que representan la nueva China, con la perla de oriente (esa estructura de bolitas tan famosa) con la torre jinmao y el nuevo rascacielos que está luchando con otro de malasia por ser el más alto del mundo. ESPECTACULAR.
Comemos en el hotel marco polo y dejamos las maletas de mano en el hotel (por suerte las otras han llegado perfectamente).
Por la tarde hacemos la excursión opcional del tren magnético. Es un tren magnético que han hecho los chinos para demostrar su capacidad tecnológica, ni en 100 años recuperarán la inversión, va desde Shanghai hasta uno de los aeropuertos. El trayecto dura 20 minutos y alcanza una velocidad de 431 km. Hay 2 trenes y en el momento que se cruzan se oye una estampida por el choque de los campos magnéticos ( o algo así…)
El viaje es ida y vuelta y estás cerca de 1 hora, en el aeropuerto lo único que haces es ir de la entrada a la salida para coger el siguiente tren.
A continuación volvemos al Bund para subir a la torre Jinmao, de 88 pisos y 340 metros de altura. A su lado están construyendo el nuevo rascacielos y se ve Shanghai (no todo Shangai porque tiene más de 100 kilómetros cuadrados…y la eterna polución).
La vista es espectacular se ven rascacielos y más rascacielos, rodeados de casitas por todo lo que abarca la vista. Cati nos dice que se inagura un nuevo rascacielos cada mes.
Luego, todo seguido sin parar, Cati nos lleva a la concesión francesa, es una zona de Shanghai que bien podría ser un barrio de cualquier capital occidental (con toques franceses eso sí). Está llena de bares y terrazas, vemos hasta una panadería francesa con sus bagets, croissants, etc.. que se nos hace la boca agua.
Cati nos dice que quien quiera que se vuelva al hotel con el bus y quien no que se quede por allí y vuelva en taxi al hotel. Nos recomienda un restaurante Zen y nos escribe unos cuantos platos. Sólo 1 se va con el bus el resto nos quedamos y nos dividimos en grupitos.
Nosotros vamos al zen, un restaurante superpijo de la muerte todo de diseño, menos mal que vamos pronto y todavía no hay mucha gente, porque todos van de punta en blanco y nosotros con la ropa de guiri de haberla llevado todo el día.
Somos 7 y tenemos 5 platos apuntados, el chino que habla inglés (aún en Shanghai han tenido que irlo a buscar y no es que entienda mucho) nos dice que son pocos platos, le decimos que nos ponga alguno que lleve gambas o algo pero no se entera, en vista de eso le decimos que nos ponga los platos y ya veremos de que repetimos.
El plato estrella es el cerdo agridulce, Cati se ha apostado con uno del grupo al que no le gusta que se lo paga si ese no le gusta. Y la verdad es que no lo tuvo que pagar. Por entendernos, el cerdo agridulce que conocemos es esos taquitos de carne cubiertos por una capa rojiza de grasa, ¿sí?
Pues allí te lo traían en una sopera, donde la gelatina rojiza se había convertido en una salsa-sopa donde dentro había trozos “reales” de carne, en definitiva la carne estaba empapada con la salsa agridulce y no la llevaba como una coraza como estamos acostumbrados..el resultado…una carne apetitosa, que se deshacía en la boca, que…en definitiva no parecía china.
El resto de platos también muy buenos, básicamente los mismos platos, arroz tres delicias, sopa de tomate, espinacas, rollitos, bolas de pollo, pero todo muy bueno.
Total que hacemos la primera ronda y queremos repetir de todo menos de las espinacas que es lo único que ha quedado en la mesa. Viene el maitre y le intentamos decir que nos vuelva a poner todos los platos menos las espinacas….pero no parece que el tio no lo pilla….se lo repetimos…no no…parece que empieza a sudar y que no lo entiende….yo estoy por pagar y volver a entrar que será más fácil que hacerle entender al chino lo que queremos….espera, espera que parece que ha entendido, cuando se va oigo como repite mientras escribe en la hoja, ONE VEGETABLE…la ostia!!!!! Lo ha entendido al revés…llamamos al chino y le decimos que nos ponga toda la lista otra vez…las espinacas ya las volveremos a comer si hace falta…ahora si que parece que nos ha entendido. Nos pegamos otra ronda, todo regado con cerveza que no falte.
Y al final…la cuenta…hay dios cuanto nos clavarán…..13 euros????? Esto es un robo 13 euros es carísimo en China….jeje, cena en un restaurante exclusivo en la zona guiri guiri de Shanghai 13 euros.
Salimos del restaurante y nos vamos para el bund que por la noche hacen un espectáculo y lo iluminan todo. Vamos andando y saco el plano de Shanghai para hacerme una idea de por donde andamos (es bastante fácil orientarse por el centro de Shanghai). No acabo de sacar el plano que ya tengo a un policía chino para ver que necesito saber. En estas que pienso…y ahora como demonios le digo al chino que sólo estoy ojeando el plano y que ya sabemos donde vamos…como eso lo veo muy complicado, se me ocurre decirle people Square, people Squire señalando un rascacielos con forma de ovni que nos ha dicho Cati que sirve de referencia, el chino me indica (todo recto, todo recto) y el resto del grupo me miran extrañados…Ni que decir tiene que me meto el mapa en el bolsillo y no lo volví a sacar en toda la noche.
Por la noche todos los rascacielos cobran vida, se llenan de luz (la contaminación lumínica es un concepto desconocido por los chinos, o directamente se la suda) tod muy kitsch , pero entretenido. Y chinos y más chinos por todos lados.
Conforme nos acercamos al bund vamos por una calle llena de tiendas de instrumentos musicales, eso sí vamos por una calle ancha y moderna pero por los lados se ven callejuelas con casullas a punto de caer.
En estas que llegamos al bund y hemos de cruzar pero está en obras y nos hacen retroceder, damos la vuelta, nos acercamos por otro lado y lo mismo. La carretera que cruza tiene 5 o 6 carriles, pero bueno la multitud nos ayuda, esperamos mientras van llegando chinos hasta que alcanzamos a tener un número decente de gente y pasamos todos al mogollón. Misión cumplida, llegamos al malecón y por suerte hay menos gente de la que esperábamos y podemos acercarnos sin problemas, bueno no, el problema son los vendedores ambulantes que al vernos creen que se pueden hacer de oro y nos rodean con cometas, patines de luces, peonzas y cintas de colores…Que pesados dios!!!
Cuando nos cansamos bajamos a coger un taxi, de vez en cuando se paran unas furgonetas con los cristales tintados (taxis piratas de esos) pero pasamos hasta que cogemos un par de taxis y nos volvemos para el hotel.
El hotel es Golden Jade Sunshine (4 estrellas de lujo) y aunque no está por el bund ni por people Square no está lejos del meollo (en taxi claro). El taxista como siempre no se entera, y de vuelta se llega a parar en una avenida, menos mal que me suena un edificio y le digo que tire y a unos 200 metros vemos el hotel. (Al llegar me cojo un folleto del hotel en el que sale una foto para que el taxista vea el hotel no sea que no sepa leer)
Positivo: El Bund es impresionante, vale la pena ir sólo por verlo, es de esos sitios que te puedes pasar rato y rato mirando sin cansarte. Y que te puedes mover por Shanghai a tu aire sin ningún problema.
Negativo: tanto templo, es desesperante, el de Shanghai os lo podéis ahorrar. Buscad un templo taoista o cualquier otro sitio.
Anécdota: Seguimos con el montón de gente por las calles, es un poco agobiante pero es un espectáculo en si mismo. Y lo del restaurante Zen también vale la pena.
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